ANALISIS

Entre Redes Sociales y poesías

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Por: Sergio Sarita Valdez

«Puedes engañar a  todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo».

Se anuncia que la gente utiliza más tiempo informándose por Internet que a través de la radio ordinaria y la televisión, en otras palabras, estamos enredados. Vista esa realidad, resulta inteligente obtener el máximo de beneficio de las redes sociales, pues quien sabes si con su Twitter, algún día logremos escalar la montaña más alta del poder. Se confirma lo dicho por Heráclito de Efesio, filósofo griego que precedió con 500 años a Cristo: “Todo fluye, todo cambia, nada permanece”. Haciendo uso de mi licencia de internauta entrevisto al presidente número 16 de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, anterior a su asesinato el 15 de abril de 1865, quien solo atina a refrescarme una de sus expresiones más aclamadas:< Puedes engañar a  todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo>>. Activo la máquina del tiempo y llego el 13 de abril de 2017 a La Universidad de las Artes, ubicada en La Habana, Cuba. Allí, mi favorito cantautor, Silvio Rodríguez, recibe el Doctorado Honoris Causa, oportunidad que aprovecha para recitar los versos de una de sus canciones; sólo alcanzo a escuchar este fragmento:<< Y sucedió de repente/ que, después de alimentarme/ con la visión diferente,/ sólo quedaba bajarme/ Dejé la altura en su calma,/ Dejé el cielo en su horizonte./ Siguió batiendo la palma,/siguió volando el sinsonte./Me encontré con la escalera/cuando a un lado del camino,/ por una calle cualquiera/ iba silbando mi trino>>.

Puse reversa a mi nave virtual, crucé los Andes, llegando al Chile mineral en el 1967, previo a que la folclorista Violeta Parra tomara la trágica decisión, contradictoria de sus versos: <Gracias a la vida que me ha dado tanto/ Me ha dado la marcha de mis pies cansados/ Con ellos anduve ciudades y charcos,/ Playas y desiertos, montañas y llanos/ Y la casa tuya, tu calle y tu patio./ Gracias a la vida que me ha dado tanto/ Me ha dado la risa y me ha dado el llanto/ Así yo distingo dicha de quebranto/ Los dos materiales que forman mi canto/ Y el canto de ustedes que es el mismo canto/ Y el canto de todos que es mi propio canto>.

Retorno a mi país, el fúnebre 11 de  julio del 2000, justo a tiempo para preguntarle al poeta nacional Pedro Mir : ¿Qué ha sido de la Patria soñada por Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón, Hostos y Juan Bosch?< Si alguien quiere saber cual es mi patria/ se lo diré algún día…/ Cuando todo milagro sea posible/ y ya no sea milagro el de la vida./Cuando empiece a bajar esta marea de ignominia/ y deje al descubierto hacia la aurora/ el fondo firme de los pueblos./Entonces se sabrá cuál es mi patria/ y mucha gente irá con sus camisas/ de todos los colores y ciudades./ Llenarán sus costuras con la firma nuestra,/ de nuestra libertad/ y entonces irán a repartirlas./ Dirán que somos libres y golosos/ que gozamos del pan  y de la espiga./ Que cada hombre tiene dignidad,/ que cada mujer sonrisa./ Que tenemos la patria verdadera/ y ésta también será la patria mía./ Si alguien quiere saber cual es mi patria/ se lo diré ese día./ Ahora no la busque./ No pregunte por ella todavía> 

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