Especialistas califican de provocación tratar de confirmar algún juez del TSE

“Podría resultar un atentado a la democracia, un llamado al caos y la desobediencia de la ciudadanía, el dejar alguno de los actuales titulares del TSE».
El Consejo Nacional de la Magistratura tendrá un gran reto al momento de escoger los jueces del Tribunal Superior Electoral y sus suplentes, ya que a juicio de algunos analistas el país no soportaría más presión social, en caso de que se confirme a alguno de los actuales miembros de esa corte.
Según Welington M. Ramón, el escenario en donde se escogieron los actuales miembros de esa alta corte era totalmente diferente al que vive República Dominicana, en donde existe una movilización sin precedentes en el país y las voces del sector empresarial, intelectual, político y la sociedad civil reclamando al unísono ponderación y respeto a la estabilidad democrática.
“Casi todos los sectores reclaman un Tribunal Superior Electoral con una composición al margen de los fanatismos partidarios y equidistante del comportamiento de los jueces actuales, quienes se apartaron del raciocinio que debe primar a la hora de asumir una sentencia”, asienta Ramón.
Para el politólogo, en manos del Presidente de la República descansa la posibilidad de que su mandato gire hacia un camino de mayor turbulencia o que pueda manejar la situación con ciertos contratiempos, como hasta ahora.
Asegura que la ratificación de cualquiera de los jueces del Tribunal Superior Electoral se podría constituir en una provocación no solo a los partidos de oposición sino también al sector empresarial, a las iglesias, a la sociedad civil y sobre todo al movimiento social que crece en el país.
En tanto José Juan Selig fue más enérgico en sus declaraciones, tras señalar que el territorio dominicano podría convertirse en la segunda Venezuela, en caso de que el Consejo Nacional de la Magistratura escoja a miembros del Tribunal Superior Electoral al margen de los reclamos nacionales.
“Podría resultar un atentado a la democracia, un llamado al caos y la desobediencia de la ciudadanía, el dejar alguno de los actuales titulares del TSE, quienes a la hora de dictar una sentencia se han comportado como militantes políticos y no como magistrados de una corte”, asegura Selig.
Para el profesional de la política, no solo se debe evitar la repartición entre los partidos sino también la que tiene que ver con los conflictos internos del Partido de la Liberación Dominicana.
“Como los partidos de oposición se oponen a que se repartan los puestos en las altas cortes, la nueva modalidad es que esa repartición se traslade a los dos sectores que disputan el control del PLD y se dividan las acciones entre leonelistas y danilistas, lo cual es peor”, sentencia Selig.
Ramón y Selig coinciden en que lo más conveniente para el país es que se piense en jueces del Tribunal Superior Electoral con el perfil adecuado, con la menor objeción posible y que previo a su elección se consulte a los principales partidos de oposición.