Los Palmeros 50 años despues

Por Freddy González
No tuve el honor de tratar personalmente a Amaury Germán Aristy, Virgilio Perdono Pérez, Bienvenido Leal Prandy (La Chuta) y Ulises Cerón Polanco, primero por la diferencia de edad. Cuando en 1967 Amaury participó en la Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), en Cuba, de la que fue su vicepresidente, y donde prácticamente desapareció de la vida política abierta en el escenario nacional, yo era un simple mozalbete que tenia vínculos orgánicos con el MPD; y, segundo, por el sectarismo y la irracional lucha ideológica que muchas veces, y en forma caricaturesca, arropó a la izquierda dominicana, extrapolando las contracciones que se manifestaban entre las grandes potencias del campo socialista apartir del llamado XX Congreso del PCUS.
Ninguna diferencia sobre los métodos y la etapa en que se encontraba la revolución dominicana podia ni puede llevarnos a negar o desconocer el heroísmo y el valor con que Amaury y sus compañeros de los Comandos de la Resistencia defendieron sus creencias, sus posiciones políticas, sus principios y sus ideas.
Todos provenientes del Movimiento 14 de Junio (1J4), fundaron Los Comandos de la Resistencia para impulsar un proyecto revolucionario insurgente, que proponía la lucha armada, en convergencia con la propuesta y los planes del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, con el que luego tuvieron diferencias sin que esto significara un distanciamiento absoluto entre ambos.
Ellos militaron con fervor en sus creencias y sus tácticas, mientras nosotros, desde el MPD, estábamos embarcados en una lucha por la construcción de la vanguardia política de la clase obrera del país y en la lucha contra la expresión concreta de la dominación imperialista, el gobierno neotrujillista del Joaquín Balaguer, pero con táctica y métodos distintos.
Ya en el país, el grupo de los Palmeros (como también se le conoció) fue sometido a una intensa persecución por todos los organismos de seguridad del régimen de los 12 años, con la asesoría de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), la cual colocó a Amaury entre sus principales objetivos, después de su participación en la conferencia de la Cuba revolucionaria.
Para los primeros días de enero del 1972, el Servicio Secreto de la Policía tenía informaciones del lugar donde estaban refugiados los líderes de los Comandos de la Resistencia y en la madrugada del 12 de enero, con la misma orden (de pena de muerte) impartida contra Amín Abel y Otto Morales, fueron atacados por fuerzas policiales, en el Km 12 de la autopista Las Américas.
En el inicio del ataque artero cayeron mortalmente heridos Ulises Cerón Polanco y Bienvenido Leal Prandy (La Chuta) y más de media docena de agentes policiales, encabezados por el capitán Virgilio Almánzar.
Roto el cerco donde fueron emboscados, tanto Amaury como Virgilio, únicos que que continuaban con vida, lograron llegar a una de las cuevas aledañas a la residencia que le servía de refugio en el Km 14 de la referida autopista, donde fueron cercados por miles de efectivos de todos los cuerpos armados, dirigidos por el almirante Ramón Emilio Jiménez hijo, Secretario de Estado de las FFAA y el General de Brigada Neit Rafael Nivar Seijas, jefe de la Policía Nacional.
Además del apoyo de inteligencia aérea del ejército gringo, acantonado en Puerto Rico, las fuerzas contra-revolucionarias utilizaron aviones, helicópteros, tanques de guerra, cañones, morteros, lanzallamas y armas de gruesos calibres.
Durante más de 12 horas sometieron a un intenso bombardeo las cuevas donde se alojaron Amaury German Aristy y Virgilio Perdomo Péŕez.
Según avanzaba el tiempo, la desesperación y el odio hicieron cada vez mas infernal la ofensiva que completaria la misión, ordenada por los agentes de la CIA que acompañaban las tropas títeres del régimen yanke-balaguerista de los 12 años.
Igual que Leónidas y sus trescientos espartanos que lucharon hasta el último hombre contra el imperio Persa; Amaury y Virgilio, en combate extremadamente desigual, lucharon con valor y coraje hasta agotar las últimas municiones de sus armas combatientes, con todas sus «estrellas en la frente».
Terminada su tenebrosa misión, sus asesinos, en un acto de cobardía incalificable, profanaron sus cadáveres, inflingiéndoles varias estocadas con bayonetas y quemando sus cuerpos ya inertes.
Al conmemorarse el 50 aniversario de la Gesta Heroica de los Comandos de la Resistencia, el pueblo dominicano, las fuerzas patriotas y revolucionarias debemos exigir que los responsables vivos de este acto cobarde y criminal sean llevados a la justicia y los ya fallecidos condenados por el tribunal de la historia.
¡¡¡ Loor eterna a los héroes de la resistencia gloriosa del 12 de enero 1972 !!!